La resistencia: Antonio Montero Tierno
Al principio, cuando lo ves por primera vez, piensas que esa fuerza de la naturaleza, con ese humor socarrón, esa voz grave y esa presencia que impone puede ser un mote de esos que te ponen en los pueblos; pero no, Antonio Montero Tierno es sin duda lo que parece, un gigante en toda la extensión del adjetivo, hasta que suena su teléfono móvil y aparece la voz de su nieta, y su carácter cambia, da un giro hacia lo importante, la familia.
De modales poco ortodoxos pero muy efectivos, no ha pasado desapercibido para la política, aunque si le preguntas, él prefiere hacer las cosas a su manera.
Su pasión es el deporte, y le procesa un cariño especial a su equipo, el Estrella San Agustín; no es sólo un equipo, es toda una religión de la que Tierno es más que responsable, una institución.
Le pregunto por el fútbol, qué cambiaría, cúal sería la mejor forma de seguir adelante.
«Hoy en día el fútbol es un negocio y cada vez quieren entrar más gente y no hay sitio para todos pero bueno yo cambiaría alguna cosa por ejemplo que cada equipo se haga cargo de los campos de fútbol gastos incluidos. Dejando espacio para que la gente que no esté federado puedan utilizar también las instalaciones»
Mientras charlamos aparecen nombres de jugadores de otros equipos, siempre «bicheando» en todas las categorías, aquí o allá, las mejores opciones, desde los más pequeños hasta los senior. Se mide todo, el entorno de los chicos, entrenadores, campos y cómo no, la estabilidad de los equipos que gira siempre entorno al dinero. Aunque para el lo que hace falta, principalmente es echarle… eso que ustedes están pensando.
«Dinero no es lo que hace falta, si hay que hacerlo se hace, se busca la fórmula»
Acostumbrado a moverse y a la acción no ha dudado ni un instante en denunciar el precario estado de las instalaciones del Campo de Fútbol Ciudad de Alcalá, con un video en YOUTUBE, cuya repercusión hizo que se arreglaran cosas «no está todo pero lo volvería a hacer», comenta.
Y entre tapas y cañas, continúa hablando, tiene una cita con la Federación Andaluza de Fútbol de la que es miembro, cuenta que va a comer, a hacerse fotos y a trincar por la solapa a algún responsable «esto no para nunca», me dice entre risas.
Porque Tierno es así, un hombre comprometido cuya gasolina es el fútbol.
Diego Valor.