La Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Sevilla ha enjuiciado este jueves a un hombre, cuyas iniciales son T.P.A., acusado de abusar sexualmente de su hija en 1996 cuando ésta era menor. El acusado ha negado todos los hechos que de los que se le acusan y ha achacado la denuncia a que su hija tiene como «único objetivo» conseguir dinero. Sin embargo los hermanos de la víctima corroboran la versión de la joven.

Lo niega todo

Con respecto a estos hechos, el procesado ha indicado que son mentira y niega «tan siquiera» haberle hecho tocamientos dado que por esa época trabajaba como gruista «y salía de casa a las cinco de la mañana y no volvía hasta la medianoche». Al hilo, ha indicado que la relación con su hija no era «muy buena» porque era «muy protestona» y siempre estaba «pidiendo dinero» para sus adicciones toda vez que ha apuntado que ésta «era adicta al alcohol y a las drogas desde los 14 años».

Continuando esa línea, el acusado ha indicado que su hija ha denunciado por motivos económicos así como por «venganza» toda vez que cuando estaba con su madre, ya fallecida, tenía una relación con otra mujer y, hace unos años, su hija se dirigió a él y le dijo que «le iba a hacer pagar por todo el daño que le había infringido a su madre» por el adulterio. Asimismo, ha reconocido que «alguna vez pensó pegarle» porque «relataba mucho» si bien ha asegurado que «nunca» lo ha hecho.

Con respecto a los hechos que se enjuician, ha indicado que su padre le pegaba «mucho» y que las agresiones sexuales comenzaron cuando tenía 14 años «con tocamientos» y que luego fueron a más, y que la obligó a ir a un descampado a tener relaciones sexuales «entre diez y 15 ocasiones». En ese sentido, ha indicado que las supuestas agresiones se detuvieron cuando cumplió 16 años y «le hizo frente».

Los hermanos corroboran la versión de la hija

De otra parte, han testificado dos hermanos de la víctima que han corroborado que su padre «golpeaba» tanto a la víctima como a ellos, y además, uno de esos hermanos ha apuntado que su padre también abusó de una segunda hermana.

Por otro lado, la representación legal del acusado ha pedido el sobreseimiento de la causa al entender que ésta ha prescrito ya que entiende que los hechos prescribieron en 2015 -los abusos sexuales a menores con petición máxima de 15 años de prisión prescriben a los 20 años- si bien la acusación entiende que este delito prescribió en 2016, unos meses después de que se presentara la denuncia.