El Ayuntamiento prohibe casas de apuestas en zonas residenciales
Como medida principal se prohíbe la instalación de casas de apuestas a una distancia menor de 500 metros de cualquier suelo destinado a equipamiento escolar, deportivo o sociocultural
El Ayuntamiento ha desarrollado una regulación específica para la implantación de establecimientos de apuestas y salas de juego. Se hace en atención a los perjuicios sociales, sanitarios y económicos que provoca la ludopatía en las personas, especialmente para proteger a los menores y población más joven, y para preservar la convivencia vecinal.
El pleno municipal de hoy jueves incluye la aprobación inicial de una modificación puntual del ordenamiento urbano recogido en el PGOU para la regulación de la implantación de estos establecimientos de juego. Como medida principal se prohíbe la instalación de casas de apuestas a una distancia menor de 500 metros de cualquier suelo destinado a equipamiento escolar, deportivo o sociocultural. Esta última clasificación incluye edificios como bibliotecas, casa de la cultura, distritos o centros cívicos, entre otros.
En la práctica, la medida impide la implantación de este tipo de establecimientos en las zonas residenciales de la localidad. Los establecimientos de juegos quedarían limitados en su ubicación a las zonas industriales o comerciales.
La alcaldesa de la ciudad, Ana Isabel Jiménez, ha resaltado la preocupación del Equipo de Gobierno ante el crecimiento exponencial en los últimos años de los salones de juegos, y explica “se está utilizando esta herramienta de planeamiento para preservar especialmente los espacios frecuentados por la infancia, adolescencia y juventud, y posibilitar una mejor convivencia vecinal para la población en general”.
Por su parte, el portavoz del Equipo de Gobierno y delegado de Urbanismo, Jesús Mora, ha explicado que los locales de juego no son un equipamiento sociocultural sino una actividad puramente mercantil para la que existen en la ciudad cuatro únicas licencias anteriores a las que no puede afectar esta reglamentación.
Las apuestas y adicciones al juego no son problema propio de la localidad, dado que se trata de una circunstancia de la actualidad, pero sí se encuentra entre las responsabilidades municipales la de proteger a la ciudadanía, en la medida de lo posible, ante las problemáticas sociales.