Posan para la foto tras años de dejadez
Pocas cosas resultan tan irritantes como ver a ciertos representantes públicos posar orgullosos para la foto en obras que deberían haberse iniciado hace años, en lugar de esperar a que la situación empeore y termine en una catástrofe. Este es el caso de dos concejales del Ayuntamiento de Alcalá que, sin el menor sonrojo, se han presentado en el inicio de las obras de consolidación después de que un muro de la muralla del Castillo se viniera abajo. El delegado de Patrimonio, Cristofer Rivas y el delegado de Habitat Urbano, David Delgado, no se presentan, por supuesto, para asumir la responsabilidad de su tardanza, sino para hacer gala de una especie de logro del que, francamente, queda poco por presumir.
¿Qué clase de lógica permite que estos representantes, elegidos para proteger el patrimonio y garantizar la seguridad en las infraestructuras, lleguen tarde, pero con una sonrisa? Es una pregunta que los alcalareños llevamos años haciéndonos mientras observamos cómo el tiempo desgasta los muros de nuestro Castillo. Resulta indignante que el compromiso sea solo de cara a la galería, donde lo importante parece ser la imagen que transmiten y no la seguridad o el respeto por la historia que representa este muro.
La dejadez de nuestros responsables públicos revela algo más profundo: un problema de falta de previsión y de verdadera responsabilidad. Su aparente indiferencia ante el estado de nuestra muralla y su falta de celeridad no solo muestran una ausencia de compromiso con el mantenimiento de nuestro patrimonio, sino que también nos deja preguntándonos cuál es su verdadera prioridad. Tal parece que lo único que buscan es el aplauso fácil, sin importar si sus acciones llegan tarde.
Los ciudadanos merecemos respuestas, y no en forma de fotos y discursos vacíos. Necesitamos representantes que entiendan que cumplir con sus obligaciones es una responsabilidad, no una oportunidad para aumentar sus seguidores en redes sociales. Basta ya de posar como si nos hicieran un favor; lo que queremos es que se haga el trabajo cuando toca, no cuando el daño ya está hecho y no queda más remedio.
¿Es mucho pedir que nuestros concejales se tomen en serio su trabajo y no nos tomen el pelo con fotos que esconden meses de inacción?