Los juzgados de Alcalá de Guadaíra están investigando a tres vigilantes de seguridad de una empresa privada por su presunta relación con la muerte de un delincuente. El fallecido era de nacionalidad marroquí, tenia 49 años y numerosos antecedentes por robos de diversa índole.
Fue la semana pasada, concretamente el 28 de mayo en la calle Fridex Tres, del polígono industrial Fridex de Alcalá de Guadaíra. Según relata Diario de Sevilla, la Policía Nacional recibió una llamada sobre la una y cuarto de la madrugada, que informaba de que los vigilantes de seguridad tenían retenido y reducido en el suelo a un hombre. Lo habían sorprendido cometiendo un robo de cables en plena vía.
Un patrullero de la comisaría de la Policía Nacional en Alcalá de Guadaíra llegó al lugar cinco minutos después, sobre la una y veinte. Allí se encontró con un hombre que estaba tendido en el suelo boca abajo con los grilletes puestos. Dos vigilantes estaban encima de él y un tercero de pie al lado.
Cuando los agentes le dieron la vuelta a la persona que se encontraba en el suelo, reducida observaron que no respondía a ninguna advertencia ni estímulo por parte de los policías. Éstos se dieron cuenta de que tampoco tenía pulso, por lo que dos policías iniciaron una maniobra de reanimación cardiopulmonar (RCP).
El personal sanitario también continuó con la reanimación durante casi media hora más. Todo fue en vano. La responsable del dispositivo sanitario certificó la defunción del hombre a las 2:05.
El informe preliminar de la prueba forense reveló que el hombre murió por asfixia mecánica, es decir, por un estrangulamiento.
Con el informe preliminar, la Policía Nacional detuvo a los tres vigilantes la mañana del pasado jueves. Al día siguiente, los tres detenidos pasaron a disposición del juzgado de Instrucción número 4 de Alcalá de Guadaíra, que es el que se está encargando de la investigación. El juez acordó la puesta en libertad provisional de los tres y les impuso como medidas cautelares la prohibición de salida del territorio nacional, la retirada del pasaporte y la comparecencia periódica en la sede judicial.
Los tres vigilantes se acogieron a su derecho constitucional a no declarar, pero fn el momento de los hechos explicaron a la Policía que el delincuente opuso una fuerte resistencia y se inició entonces un fuerte forcejeo. En dicho forcejeo, uno de los vigilantes recibió mordiscos en los dos brazos, por lo que tuvo que ser asistido por los sanitarios en el lugar de los hechos.