JUBILEO 2025
Cuando la fe viaja segura: los artesanos del embalaje que llevarán al Cachorro y la Esperanza hasta Roma
En una nave industrial de Alcalá de Guadaíra, el eco del trabajo artesano resuena entre listones de madera, herramientas de precisión y una emoción contenida. Allí no se tallan imágenes ni se bordan mantos, pero se cuida con esmero algo igual de importante: garantizar que dos de las devociones más profundas del sur de España viajen seguras hasta Roma.
El Cachorro de Triana y la Esperanza de Málaga han partido hacia la Ciudad Eterna con motivo del Jubileo 2025, y lo hacen protegidos por el trabajo minucioso de Embalajes Guadaíra, una empresa alcalareña que, más allá de su carácter industrial, ha abrazado esta misión como un acto de fe.
Del embalaje industrial a custodiar la devoción
La empresa, Embalajes Guadaíra, ubicada la zona industrial de Alcalá, cuenta con más de cuatro décadas de experiencia en soluciones de embalaje para mercancías. Sus operarios están acostumbrados a manipular toneladas con destreza, pero nunca imaginaron que les llegaría un encargo de este calibre emocional: embalar pasos procesionales completos e imágenes sagradas que representan siglos de historia y fervor.
El paso del Cachorro y los enseres pesan nada menos que 3.000 kilos, mientras que el trono de la Esperanza de Málaga alcanza los 4.500 kilos. El peso incluye las propias imágenes titulares, pero también han embalado los enseres, candelerías, varales y detalles que acompañan cada procesión. Todo debe viajar perfectamente protegido, con sistemas de anclaje, aislamiento y amortiguación que garanticen su seguridad durante los miles de kilómetros hasta Roma.
Las cajas se diseñan de forma personalizada, fabricadas con maderas seleccionadas y reforzadas para evitar movimientos indeseados. En su interior, cada pieza se aloja como si fuese una joya.
“Sabemos que detrás de cada imagen hay miles de fieles, generaciones enteras y esto tiene un valor sentimental muy grande. Es un orgullo muy grande ” nos cuenta Evelyn Moreno, una de las responsables del negocio.
Desde Alcalá a Roma
Los trabajadores, en su mayoría de Alcalá de Guadaíra y muchos de ellos cofrades, viven este encargo con especial orgullo. Tanto es así que, según cuenta Alfonso Moreno, encargado de la empresa «todos han querido participar en el embalaje, por lo que hemos hecho relevos, de forma que casi todos los trabajadores participen. Algunos se han trasladado a Málaga para el embalaje de la Virgen. Otros se han trasladado a Roma este pasado fin de semana para desembalarlo todo y que quede en perfecto estado».
La participación de esta empresa alcalareña en el Jubileo 2025 no solo supone una contribución técnica de primer nivel, sino también una muestra de cómo el talento y la pasión en lo local puede estar a la altura de un evento mundial. Un pequeño milagro hecho a base de esfuerzo, precisión y respeto.
No saldrán en la procesión, no son parte del cortejo, ni portan cirios. Pero sin ellos, la devoción no podría cruzar fronteras. Son los guardianes silenciosos de la fe, los que cuidan lo sagrado desde la carpintería y el diseño industrial. Desde Alcalá hasta Roma, esta empresa demuestra que la fe también se mide en cálculos exactos y en maderas trabajadas con alma.
Porque cuando la fe viaja, alguien debe cuidarla.