Alcalá en riesgo alto por el virus del mosquito del Nilo
El pasado año el mosquito se cobró la vida de once personas. Todas ellas en Sevilla. Coria del Río fue la principal afectada, con cuatro fallecimientos. Y también afectó a otros pueblos de la provincia, estos municipios y también las localidades más próximas se encuentran en riesgo alto.
Aproximadamente el 60% de los municipios sevillanos están catalogados como de riesgo alto, una proporción sin igual en el resto de Andalucía. La capital hispalense y su área metropolitana configuran un núcleo de máxima alerta, con localidades como Dos Hermanas, Alcalá de Guadaíra, Coria del Río y La Rinconada en nivel alto.
El riesgo se extiende a lo largo del valle del Guadalquivir, afectando especialmente a poblaciones como Utrera, Los Palacios y Villafranca, Lebrija, Isla Mayor, La Puebla del Río, Écija y Carmona. Esta distribución coincide con el curso del río Guadalquivir y sus afluentes, así como con las marismas y zonas de cultivo arrocero, creando condiciones óptimas para la reproducción del mosquito Culex, principal transmisor del virus.
En Alcalá
Concretamente el Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra está intensificando las actuaciones de control y prevención contra la proliferación de mosquitos, dentro del Plan Municipal de Vigilancia frente al Virus del Nilo Occidental.
Estas labores, que se desarrollan de forma intensiva en zonas sensibles como humedales, márgenes del río Guadaíra, parques urbanos y áreas verdes, buscan reducir al máximo los focos de cría de mosquitos vectores y minimizar el riesgo para la población.
La nueva calificación realizada por la Junta de Andalucía, posiciona a Alcalá de Guadaíra en zona 3 de riesgo, es decir riesgo alto, lo que ha hecho que el Ayuntamiento refuerce aún más los controles y medidas que ya se vienen realizando.
Colaboración ciudadana
También es fundamental la colaboración vecinal, por ello se le pide a los ciudadanos que eviten las acumulaciones de agua en macetas, cubos o fuentes, se mantengan limpios los desagües y utilicen repelente en las horas de más actividad como medidas sencillas, eficaces y necesarias.
El dispositivo técnico incluye 5 actuaciones, entre ellas, tratamientos larvicidas en imbornales, zonas estancadas y arroyos urbanos mediante métodos de control biológicos (BTI) que no son perjudiciales para el medio natural, permitiendo el desarrollo de depredadores naturales en estos hábitats, y actuando con ellos de forma sinérgica.
Igualmente incluye la revisión y seguimiento de hasta 150 puntos de control fijos instalados en diversas áreas de la ciudad por técnicos especializados, además de atención a avisos ciudadanos y revisiones adicionales en espacios verdes de uso frecuente.