Borriquita: Cuando un día se empeña en ser grande
El Domingo de Ramos es un día siempre especial, que a todos nos devuelve a la infancia de la Semana Santa de verdad, esa que todos aprendimos a retener en la retina cuando éramos niños. El de este año ha sido sin duda, un Domingo de Ramos grande
Y es que Alcalá empieza a oler a Semana Santa por el barrio de San Agustín, donde Jesucristo subido en su borriquita abre el camino a todas las cofradías alcalareñas. Es un día de fiesta por su barrio; de alegría y de estreno de una nueva Semana Santa. Como es habitual, el cortejo de la cofradía ha discurrido espléndido por las calles de Alcalá.