Tras 20 años de abandono, anuncian obras en la casa Ibarra
El PSOE anunció en 2005 su intención de convertir la Casa Ibarra en un centro de usos culturales y turísticos. Para ello la compró en 2006 a sus propietarios y desde entonces, está abandonada y sin uso. Ha sido expoliada y despojada de sus elementos decorativos y ha sufrido varios incendios. Incluso se encontró a una persona fallecida en el interior.
Desde el día de la compra hasta el día hoy permanece abandonada y desvalijada tras ser víctima del vandalismo. Este inmueble de valor patrimonial fue adquirido a su propietario, en magnífico estado de conservación, por casi un millón de euros. Pero el edificio ha sido destrozado ante la pasividad de los distintos gobiernos socialistas; ni Gutiérrez Limones solventó el problema ni la actual alcaldesa, Ana Isabel Jimenez. Ambos son responsables de su abandono.
Obras de refuerzo
El gobierno municipal que dirige Ana Isabel Jiménez, anuncia ahora obras en el inmueble. «Las obras de refuerzo estructural de la Casa Ibarra» ya han comenzado, así lo ha explicado el delegado municipal de Urbanismo y Planificación Estratégica, Jesús Mora. Se trata de una actuación con un presupuesto de 607.000 euros.
La intervención consiste en el refuerzo estructural, la impermeabilización, y la salubridad de todo el edificio. Es decir, NO se trata de obras de restauración.
Mora manifiesta que “con esta obra se consolida la estructura de la edificación y se evita cualquier situación de peligro ”. En tal sentido, ha añadido que “era necesario que este edificio emblemático tuviera un estado adecuado de conservación ”, ha concluido.
La casa Ibarra
Esta casa señorial fue construida a principios del siglo XX, antes de la eclosión del Regionalismo. Es un claro ejemplo de los nuevos propósitos de la burguesía de la época ante las riquezas que generaba la incipiente industria sevillana. Huyendo del ajetreo de la ciudad, fueron muchas las familias acaudaladas que levantaron villas de recreo buscando paisajes zonas donde pasar los calurosos meses veraniegos.
La Casa de los Ibarra es uno de los primeros edificios construidos por una burguesía que quería emular a la aristocracia mostrando en sus residencias un poder que no provenía de la herencia, sino del trabajo.
El estilo en el que se levantó el palacete bebe de las nuevas corrientes imperantes en el París decimonónico de grandes bulevares y palacios con buhardillas. En Sevilla tenemos dos bellos ejemplos de este tipo de arquitectura, el Palacio de las Sirenas, en la Alameda de Hércules, y la Casa Rosa, junto al Parque de María Luisa.
La casa de Alcalá de Guadaíra se une a ellas en este pequeño escaparate afrancesado del sur de Europa.
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El Ayuntamiento compró la casa en perfecto estado, de hecho, junto con el edificio se compró la conocida como Colección Sanabria, compuesta por más de un centenar de objetos que han pasado a depender del Museo de la localidad.
El nulo mantenimiento, los ataques vandálicos, la falta de uso y los temporales del pasado invierno han dejado una triste estampa en la casa. Un edificio que muestra su peor imagen con la puerta tapiada, los amplios ventanales completamente destrozados y un interior repleto de basura.
Desde el Ayuntamiento se ha intentado dotarla de contenido, sin éxito. Al principio se buscaba convertir en un centro relacionado con la restauración y la hostelería, incluyendo un apartado cultural destinado al paisajismo. Pero la triste realidad es que el edificio presenta muy mal aspecto y nos invita a reflexionar sobre el por qué las administraciones compran y compran para luego mantener en el olvido.
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