OPINIÓN: Cobrar por usar el Gutiérrez de Alba

COBRAR POR USAR EL GUTIÉRREZ DE ALBA

El teatro Gutiérrez de Alba se ha convertido en los últimos años en el verdadero hogar del asociacionismo alcalareño. Un asociacionismo muchas veces incapaz de poder recurrir al auditorio Riberas del Guadaíra, bien sea por la alta ocupación del mismo, bien porque llenar más de 800 localidades no es lo mismo que 380, bien porque para qué negarlo, usar el mastodonte de la calle Roberto Leal conlleva una serie de gastos que a veces la envergadura de las actividades del asociacionismo alcalareño no compensan, estando disponible el precioso teatro de la calle La Mina, mucho más acorde al volumen de ciertos espectáculos y de un menor mantenimiento.
Sea por lo que fuere, el Gutiérrez de Alba se ha convertido en ese eje vertebrador de asociaciones, colegios, institutos, hermandades y demás colectivos que lo han usado para ponerse en valor a sí mismos y a la impresionante y necesaria labor social que realizan, para potenciar la oferta cultural de la ciudad y para financiar sus gastos, nunca lucrativos ni especulativos, pero sí muy necesarios para su supervivencia y por tanto, para seguir aportando todo el valor añadido que el asociacionismo alcalareño aporta a nuestra ciudad.
Por eso me rebela tanto que, por obra y gracia de los nuevos gestores municipales que nos llevan gobernando desde 2023 (aunque algunos de ellos lleven ya más años que la puntilla del almanaque) ahora impongan el criterio de cobrarle a las asociaciones que deciden cobrar una entrada a sus actividades a modo de colaboración, una cuota de 250€ por utilizar un teatro que es suyo, que les pertenece como al resto de vecinos alcalareños y que se mantiene de pie gracias a los impuestos que pagamos entre todos.
Si al menos el teatro Gutiérrez de Alba contara con un equipamiento adecuado, pues podría hasta entenderlo (que no compartirlo) pero da la casualidad de que no es así. El teatro Gutiérrez de Alba es un espacio mal equipado, con un equipo de luces y sonido que bien podrían manejar Pedro Picapiedra y Pablo Mármol y que sólo gracias a la destreza y a la pasión que ponen en su trabajo los dos santos varones que allí trabajan hacen que el Ayuntamiento, como máximo responsable del teatro, no haga el más espantoso ridículo cada vez que se abren sus puertas. Eso sí, infinidad de veces realizar actividades allí conlleva que las asociaciones que la realizan tengan que complementar de sus propios bolsillos esas carencias técnicas materiales indignas de cualquier espacio escénico de nivel medio. Además ahora, le cobramos a los colectivos alcalareños 250€ de un dinero que no les sobra y que lo destinan a aportar valores de civismo, convivencia, devoción y solidaridad a manos llenas.
Como no pienso personalizar en nadie del gobierno, le pregunto desde aquí a la máxima responsable municipal, la señora alcaldesa. ¿No considera mezquino gestionar un presupuesto de más de 130 millones de euros y cobrarle a las asociaciones de Alcalá 250€? ¿No cree que ese afán recaudador debería focalizarlo en otros sectores? Tenga cuidado y controle el comportamiento de sus delegados, que empiezan cobrando a quienes no deben cobrar y luego terminan por acudir a cenas solidarias sin pagar los cubiertos, o por meter las manazas en cajas de alimentos para hacerse la foto después de llegar a los sitios rodeados de periodistas y con las manos en los bolsillos.
Por cierto, como me sé las respuestas tipo que ustedes manejan, ya le digo que si la tasa es un imperativo legal de una nueva norma de esas que salen de debajo de un despacho, le diré que podía bonificar esa tasa al 90% como pasa con el ICIO y así no perjudicar a las asociaciones alcalareñas ¿recuerda cuando lo bonificamos? Pero claro, para eso hay que ponerse a trabajar…
Por cierto, también mando un mensaje de atención a los tres partidos de la oposición alcalareña porque criticar a Pedro Sánchez está muy bien, presumir de resultados electorales en la europeas también, y hablar de Alvise Pérez es ir a la moda, pero el municipalismo pasa por no permitir que estas tropelías sucedan, o al menos darlas a conocer y que los alcalareños sepan cómo se las gasta este gobierno municipal.

Siento el artículo, María José. Lo mismo los de siempre intentan tumbarte digitalmente el periódico otra vez por mi culpa…

Juanlu Rodríguez.