En los últimos días nos han llegado imágenes de las obras de refuerzo que están haciendo en la casa Ibarra, ubicada en la Cuesta del Águila. Nos llegan quejas por el trato que se está dando al edificio en estas obras.
Es importante aclarar que las obras actuales son para reforzar el edificio y no para rehabilitarlo. También hemos podido saber que la mitad del edifico no se podrá rehabilitar debido al pésimo estado de conservación en que se encuentra.
El abandono, las expoliaciones y los incendios que se han ido sucediendo en su interior han hecho que se llegue a este punto en que se hace imposible recuperar gran parte del inmueble.
Sí podrá recuperarse la primera mitad de la casa, es decir, la parte que da a la calle y que se conserva aun en buenas condiciones.
Recordemos que esta original casa que en su día fue un hermoso palacete estaba en manos particulares (aunque ya no pertenecía a la familia que le da nombre) y fue comprada por el Ayuntamiento de Alcalá en 2006 por un importe que superó los 700.000 euros, con la intención de destinarlo a usos públicos.
El tiempo ha ido pasando y lo que en su día fue un hermoso palacete, hoy muestra un estado de abandono y desidia absolutos. Esta casa señorial fue construida a principios del siglo XX, y es un claro ejemplo de los nuevos propósitos de la burguesía de la época ante las riquezas que generaba la incipiente industria sevillana. Huyendo del ajetreo de la ciudad, fueron muchas las familias acaudaladas que levantaron villas de recreo buscando paisajes idílicos en las poblaciones cercanas. La Casa de los Ibarra es uno de los primeros edificios construidos por una burguesía de la época.
El Ayuntamiento compró la casa en perfecto estado, de hecho, junto con el edificio se compró la conocida como Colección Sanabria, compuesta por más de un centenar de objetos que han pasado a depender del Museo de la localidad. El nulo mantenimiento, los ataques vandálicos, la falta de uso y los temporales han dejado una triste estampa en la casa, que muestra su peor imagen con la puerta tapiada, los amplios ventanales completamente destrozados y un interior repleto de basura.
Desde el Ayuntamiento se informa que están reforzando la estructura y la triste realidad es que el edificio presenta muy mal aspecto y nos invita a reflexionar sobre el por qué las administraciones compran y compran para luego mantener en el olvido.