Las lluvias de este pasado domingo 3 de septiembre han abierto la temporada de tormentas y han permitido comprobar por primera vez este año la efectividad de esta infraestructuras de saneamiento alcalareñas.
El depósito de retención de aguas pluviales, conocido como el tanque de tormentas, ha entrado en funcionamiento con normalidad y se ha llenado al 25% de su capacidad, reteniendo en su interior de manera temporal un total de 2.000.000 de litros de aguas pluviales en el momento de mayor intensidad.
Según los datos aportados por Emasesa, en el pluviómetro situado en Adufe se han recogido 21,5 l/m2, especialmente concentrados sobre las 6:50 de la mañana, sin que se hayan tenido incidencias de relevancia durante las lluvias y comportándose la red correctamente.
Recordemos
El Tanque de Tormentas construido en 2012 cuando era alcalde Antonio Gutiérrez Limones se ubica bajo el Parque Centro de la ciudad. Es una infraestructura para evitar inundaciones en casos de circunstancias meteorológicas extremas que funciona al 100% tras el correspondiente período de pruebas.
Esta infraestructura supone un depósito subterráneo de retención de aguas pluviales con capacidad de 8.000 metros cúbicos (con volumen máximo de 11.500m3), así como sus conexiones con los colectores cercanos. Sirve para que el excedente de las aguas procedentes de la zona de la avenida General Prim y del norte de la ciudad, ante un episodio importante de tormenta, sea retenido en el tanque para devolverlo a la red de las calles Luna y Mairena posteriormente. Según los cálculos, dicha capacidad permite que no se llene nunca.
La construcción es una planta poligonal de 60 metros de longitud y anchura libre de 31 y 39 metros, realizando la descarga estrictamente por gravedad regulada por una válvula de guillotina.
El Tanque de Tormentas para la cuenca de vertido de la calle General Prim supuso en su día un importante esfuerzo por parte del Emasesa y la Junta de Andalucía y del consistorio. Este proyecto, que contó con un presupuesto de 5,2 millones de euros, nació de un estudio sobre las necesidades para evitar las inundaciones que la propia orografía de la ciudad provocaba ante situaciones de lluvias extremas que colapsaban la antigua red.