Celebraciones sí, pero no a cualquier precio. Así nos lo explican los vecinos del centro de Alcalá que llevan soportando esta situación desde hace varios años. Aseguran que “estos días festivos se convierten en una tortura para los vecinos».
Y es que el Ayuntamiento ha concentrado la mayoría de los eventos navideños en un número muy limitado de calles o plazas. Muchos sin respetar sus horas de descanso (hasta altas horas de la madrugada con niveles de ruido muy elevados), con gente orinando bajo sus ventanas, con sobresaltos a cualquier hora del día y de la madrugada, con voces y gritos causados por el exceso de alcohol y un nulo respeto al descanso.
La solución municipal ha sido colocar tres WC portátiles en la calle La Mina muy cerca de donde se ha tomado la imagen y que, a todas vistas, han sido insuficientes.
“Los políticos de este equipo de gobierno son en muchos casos los organizadores de los eventos y miran para otro lado”, nos explica uno de los vecinos afectados que asegura sentirse indefenso ante esta situación.