La comparsa de Las Niñas de Alcalá de Guadaíra es un derroche para los sentidos. Ayer volvieron a las tablas del Falla y se escucharon de maravilla porque cantan con mucho gusto y, con unas voces tan melódicas que casi podemos imaginar el dulce aroma que han dejado sobre las tablas del Falla ayer en su actuación de Cuartos.
El jueves sabremos si el jurado las da el espaldarazo hacia semifinales o las arrancan de la maceta apostada en el balcón que preside la prodigiosa puesta en escena.
Dirigida por Clara Isabel Rojas, la agrupación de Alcalá de Guadaíra es una de las sensaciones del concurso.
‘La consentida’ —hasta el nombre es bonito— ha dedicado la primera letra de pasodoble a Antonio Martín. «Su letra más hermosa», según han indicado, al jardinero que regó con coplas la historia reciente de la fiesta gaditana. El segundo pasodoble es una crítica al comportamiento de las administraciones respecto al Parque Natural de Doñana, un paraíso desatendido y en riesgo, a merced de las disputas políticas.
Los cuplés: a Pellegrino, nuevo entrenador del Cádiz C. F., que tiene muy buen rima. En el segundo, pensando en su deseado pase a cuartos, esperan que el jurado no le tenga alergia al polen. El popurrí abunda en la poética floral y metafórica de la vida. Tiene pasajes deliciosos, como la cuarteta de las bulerías.