A subasta en Ansorena una hermosa tabla de Gonzalo Díaz y Nicolás Carlos (Sevilla en XV). Sería importante que nuestro ayuntamiento la recuperara para la ciudad.
Lo curioso: era de la Iglesia de San Miguel de Alcalá de Guadaíra (hasta 1808); Santuario de Nuestra Señora del Águila de Alcalá (c. 1911); y luego depósito temporal en el Museo de Cádiz (1931-1959)
Su historia
Según un documento de 7 de marzo de 1508 los pintores Gonzalo Díaz y Nicolás Carlos, vecinos de la collación de San Salvador de Sevilla, reconocen haber recibido de Francisco Sánchez, prioste de la cofradía de San Bartolomé de Alcalá de Guadaira, 8.000 maravedíes como parte del pago de un retablo que se encontraban haciendo para dicha hermandad, radicaba en la collación de San Miguel de Alcalá.
En ese barrio existió una iglesia del mismo nombre, donde en el siglo XV se fundó una capilla “a honra y reverencia del Apóstol San Bartolomé”.
La ruina de este templo haría que sus bienes muebles pasasen a la cercana ermita de Santa María del Águila.
Se desconoce cómo la tablilla, perteneciendo a la iglesia ha pasado a manos privadas y de hecho, se encuentra en el Museo de Cádiz.
Pintura gótica
Esta imponente tabla es un gran testimonio de la pintura gótica sevillana. Su autoría pudo ser desvelada gracias al estudio de Rosario Marchena, profesora de la Universidad de Sevilla, que relacionó esta obra con las pinturas murales de la ermita de Santa María del Águila de Alcalá de Guadaíra y una Natividad que también allí se conservaba, desaparecida en el año 1936.
La relación entre estas tres pinturas se establece por un documento que permite fijar su autoría. Éste se encuentra fechado el 7 de marzo de 1508 y en él los pintores ya citados anteriormente Gonzalo Díaz y Nicolás Carlos, ambos vecinos de la collación de San Salvador de Sevilla.
Con todos estos datos, la profesora de la Universidad de Sevilla llegó a la conclusión de que esta tabla de San Bartolomé, por sus paralelismos estilísticos con la Natividad, reconocida por Angulo, y las similitudes estilísticas con las pinturas murales del Santuario de Nuestra Señora del Águila eran obras de Gonzalo Díaz y Nicolás Carlos. La investigadora también propuso que este San Bartolomé, junto con la desaparecida Natividad como pieza central, y otra tabla desaparecida formaron parte de un mismo conjunto pictórico; quizá un tríptico de grandes dimensiones.
La pintura muestra a san Bartolomé de cuerpo entero, según su iconografía tradicional. Se le representa como un hombre joven con barba oscura y pelo rizado, portando el cuchillo que alude a su martirio y con el demonio encadenado a sus pies. Este elemento, común en las imágenes del apóstol en el medievo, alude a un episodio apócrifo en el que el santo desenmascaró y expulsó un diablo de un templo, quedando este espacio consagrado a Cristo.
Se presenta en marco de estilo neogótico
214 x 57,5 cm.
Precio salida 18.000 €