Alcalá es el segundo pueblo de la provincia con más deuda
Alcalá debe a los bancos más de 40 millones de euros. Cada alcalareño tiene una deuda de 541,65 euros, superando en casi 200 euros a la deuda media de la provincia de Sevilla.
Alcalá de Guadaíra es el segundo pueblo de la provincia de Sevilla con más deuda (datos del Ministerio de Hacienda). Concretamente, nuestro municipio debe 40.681.000 euros. Esta cifra supone que cada alcalareño tiene una débito de 541.65 euros, muy por encima de la media de la provincia que está en 356 euros.
La deuda de Alcalá de Guadaíra con los bancos sólo es superada en toda la provincia de Sevilla por la localidad de Los Palacios, con más de 47 millones de euros de deuda viva. Por poner un ejemplo, la localidad vecina de Dos Hermanas tiene que pagar a los bancos 647.000 euros y debe 4,88 euros por habitante. (Una diferencia abismal con Alcalá de Guadaíra).
Pero no todas las cifras con las que cuenta el ministerio de Hacienda son negativas. De hecho, indican que muchos municipios sevillanos han pasado por caja en los últimos cinco años y han conseguido liquidar una buena parte de lo que adeudan.
Alcalá de Guadaíra, por lógica, al ser el municipio con más deuda, también ha sido el que más ha pagado de toda la provincia. De hecho, aquí se han amortizado más de un tercio de los créditos desde 2012, cuando se superó el listón de los mil millones tras el Plan de Pago a Proveedores implantado por Cristóbal Montoro, que permitía liquidar facturas atrasadas, pero a costa de firmar nuevos créditos y, por tanto, elevar la tasa de endeudamiento.
La mejoría financiera ha sido generalizada en el último año en toda la provincia de Sevilla. Tres cuartas partes de los municipios sevillanos (en concreto, 77) redujeron la carga financiera en el último años. Destaca la evolución en positivo de algunos consistorios, como el de Alcalá de Guadaíra, que debido a la alta deuda ha liquidado un total de 21 millones de euros, un tercio de lo que debía. Resta aun una deuda que supera los 40 millones de euros y a las que el consistorio tendrá que seguir haciendo frente en los próximos años.
