El tribunal ha rechazado la revisión de la condena al ex policía local de Alcalá de Guadaíra que agredió a los agentes que lo detuvieron, todo ello después de secuestrar a sus dos hijos para no entregárselos a su madre en las Navidades de 2017.
El caso del agente de policía M. L. G. alcanzó en su día una gran repercusión mediática. Ya que sobre él Sobre él pesan múltiples condenas a penas de prisión, en principio por malos tratos a su ex mujer, luego se agravaron con el secuestro de sus niños y por haber atacado a los cuatro policías nacionales que intervinieron en su arresto.
Esta última condena es en la que la defensa del condenado ha pedido autorización al Tribunal Supremo para revisar la sentencia que le impuso el juzgado de lo Penal número 13 de Sevilla.
Una sentencia que lo condenó en diciembre de 2018 a cuatro años de cárcel por usar un arma blanca y otros tres delitos de lesiones en los que se apreció la circunstancia atenuante simple de alteración psíquica, y también fue condenado a indemnizar a los cuatro policías heridos con distintas cantidades que oscilaban entre los 112 y los 735 euros.
La sentencia
La sentencia expone que el ex-policía recogió a sus dos hijos menores el 23 de diciembre de 2017 y no se los entregó a su madre el día 30 de diciembre.
El ex policía local fue localizado en el domicilio de su pareja sentimental en Dos Hermanas, hasta allí acudieron 4 policías nacionales, vestidos de paisano y con su respectivas placas colgadas al cuello, accedieron a la vivienda, donde encontraron una «barricada de muebles». Además el acusado se colocó a un hijo delante «a modo de escudo». Luego cogio un cuchillo de 17 centímetros de hoja que dirigió al cuello de uno de los funcionarios, que resultó lesionado.
Luego inició un fuerte forcejeo llegando a herir a tres agentes, al cuarto le dio un mordisco.
La condena fue ratificada por el Tribunal Supremo
Esta sentencia fue ratificada íntegramente por la Audiencia de Sevilla en febrero de 2019, pero el ex policía local llevó el caso al Tribunal Supremo, que desestimó el recurso de casación en septiembre de 2019.
Y cuando esa sentencia era firme llegó la otra condena, en este caso del juzgado de lo Penal número 2 de Granada, que en noviembre de 2019 condenó a M. L. G. a otros cuatro años y cuatro meses de cárcel.
Con anterioridad a estas dos condenas, el ex policía había sido condenado ya a una pena de dos años y diez meses de cárcel por un delito de maltrato habitual a su ex pareja, una condena que se encontraba pendiente de ejecución.
El último episodio en el historial de sentencias y recursos de este caso ha llegado ahora con la decisión del Tribunal Supremo de no acceder a la revisión de la condena por la agresión a los cuatro policías nacionales.