La rehabilitación de Villa Esperanza es una demanda histórica de la ciudad debido al pésimo estado en que se encuentra el edificio, actualmente de propiedad municipal.
Un edificio de gran valor histórico para la ciudad que ha sido expoliado, destrozado y ocupado en los últimos años. Este edificio patrimonial, atribuido a Juan Talavera y sin protección en el PGOU, ha sufrido numerosos ataques vandálicos y sido objeto de ocupaciones ilegales en numerosas ocasiones.
El gobierno local ha anunciado hoy su rehabilitación, para convertir este edificio en un centro de formación. Las obras estarán financiadas con fondos del Plan Contigo de Diputación. Solo deseamos que las obras no queden en promesas incumplidas como ha ocurrido con otros muchos edificios en esta ciudad.
La rehabilitación
Concretamente, la rehabilitación de Villa Esperanza es una actuación integral que incluirá desde forjados, a cubiertas e instalaciones. La financiación de las obras corre a cargo del Plan Contigo de Diputación, 351.000 euros, que permitirán, una vez finalizada la intervención, el uso ciudadano de la planta baja. Se dispondrán 6 aulas de formación, más una zona administrativa y de despachos, recepción y vestíbulos, posibilitando además la visita al torreón.
Villa Esperanza es un edificio histórico regionalista de principios del s.XX, atribuido al arquitecto Juan Talavera, ubicado en la calle Santa María número 12, conocida como ‘Cuesta del Águila’. Se trata éste de un enclave patrimonial muy significativo, unido al casco histórico más antiguo por su cercanía a la fortaleza, su proximidad con el Santuario de la Patrona, Santa María del Águila, y el pasado histórico de edificios señoriales de finales del siglo XIX y principios del XX, cuando Alcalá y las riberas del Guadaíra eran un espacio de ocio estival para la comarca, con excursiones para pasar el día, o con segundas residencias para la burguesía sevillana.
Villa Esperanza
Villa Esperanza no es un edificio cualquiera, se trata de una señorial casa en la Cuesta del Águila, de su majestuosidad poco queda, ya no quedan marcos, puertas o ventanas en su fachada, ni viejas rejas forjadas, ni los pasamanos que daban acceso a su torre. Ha sido desvalijada por completo.
Hoy es un edificio abandonado, literalmente, y propiedad del Ayuntamiento. Por desgracia con el vandalismo el inmueble ha quedado en el olvido de casi todos y hoy es pasto de desafortunadas pintadas, expolio e incluso de protegerse del frío haciendo hogueras en su interior.
La construcción del edificio data de principios del siglo pasado a la ‘moda’ de las familias acomodadas de Sevilla que huían de los rigores del calor trasladándose a ésta localidad, para lo cual tenían una segunda vivienda. Con el tiempo la casa quedó en el olvido. Las familias buscaban la costa y la casa alcalareña fue cerrada, abandonada. Se utilizó como guardería municipal para acabar siendo pasto del tiempo. Frente a ella la Casa Ibarra, abandonada también y en las mismas condiciones.