Alcalá, la ciudad que más tarda en conceder licencias para nuevas industrias
Con un promedio de 14 meses somos los que más tardamos en conceder licencias para abrir una industria. Alcalá de Guadaíra presenta los plazos de concesión más prolongados para conceder una licencia de apertura en la provincia de Sevilla.
Con un promedio de 14 meses, y con retrasos que llegan a prolongarse hasta los 21. Sorprende, además, que nuestra localidad ha sido la única entre las más industrializadas que ha experimentado un incremento en los aplazamientos, pasando de un promedio de 6 meses en 2010 a 14 meses en 2019.
La mayoría de los ayuntamientos de la provincia trabajan precisamente para reducir los plazos. Este es el caso del Ayuntamiento de Sevilla, que ha logrado reducir en un 40% los plazos medios para la obtención de licencias y autorizaciones destinadas a la puesta en marcha y ampliación de actividades industriales en su término municipal en los últimos nueve años.
Los datos proceden de un informe realizado por el Colegio de Ingenieros Industriales de Andalucía Occidental en la provincia, la reducción más significativa, casi un 30%, se produjo entre los años 2010 y 2014 en Sevilla capital.
Aun así, los ingenieros industriales consideran que “los plazos siguen siendo excesivos, ya que en la actualidad se requiere una media de 12 meses, y esto desincentiva mucho las inversiones y ralentiza la creación de empleo”.
El informe apunta que las localidades con mayor número de habitantes son más propensas a demorar los plazos de concesión, entre otros motivos por el mayor volumen de licencias que tramitan, mientras que en las localidades pequeñas estas prórrogas son menores. La localidad sevillana con plazos de concesión más prolongados es Alcalá de Guadaíra, con un promedio de 14 meses.
Según el estudio de los ingenieros industriales, los mayores retrasos los sufren aquellos proyectos que necesitan calificación ambiental. En este sentido, se producen aplazamientos incluso de varios años que muchas veces acaban haciendo inviable la actividad, y generando a su vez pérdidas económicas que deben soportar los propios inversores.
Un alto porcentaje de los ingenieros consultados expresan abiertamente su malestar por “las trabas administrativas que establecen los ayuntamientos para realizar las solicitudes y la dificultad del acceso a las normativas municipales. La disminución en los plazos –añaden- conllevaría, sin duda alguna, que nuestra provincia resultara más atractiva para la inversión e implantación de nuevas industrias”.
El estudio está centrado en la provincia de Sevilla y reúne los datos relativos a los periodos reales que han sido necesarios para la puesta en marcha de industrias durante los años 2010, 2014 y 2019. Este análisis ha sido realizado mediante consulta individual a cien ingenieros colegiados que tramitan de forma habitual proyectos en Sevilla y su provincia.